// La ventana indiscreta



Sería una persona muy indiscreta si por algún casual pudiese revelar toda la curiosidad que siento, preguntas que de algún modo consiguen desenredarse dentro de una cabeza desordenada.

Si se llevasen a un extremo las percepciones que tengo, posiblemente podría deducir que el exceso de creatividad, o se resuelve de una forma extrema y consigues sentirte satisfecha, o por el contrario desemboca convirtiéndote en alguien cuyo estado mental puede derivar en algo completamente loco.

Esa vida cotidiana que para algunos es normal, para otros puede ser un descubrimiento que supera cualquier película de Wes Anderson. 

Hay veces que es difícil canalizar la energía en exceso que tienes, y entonces tu mundo se convierte en algo diferente, lo que te rodea ha pasado a ser superfluo, algo que está ahí pero que deja de tener importancia cuando estás metida de lleno en un buen libro.

Envenenada de la civilización, buscas reinventarte con cada una de las cosas que haces.

La libertad siempre te extasió, el deseo de poder hacer todo lo que uno quiere. Los límites nos los ponemos nosotros mismos, uno es fuerte si decide querer serlo, hasta la tortuga es rápida si la comparamos con un caracol.

Dicen que cada persona un mundo, yo digo que cada persona una casa. También dicen, dime con quién andas y te diré quién eres, pues yo digo, dime dónde vives y te diré quién eres. Los objetos de una casa te definen. ¿Por qué no empezar por la pequeña escala, hasta llegar al pino que irá junto a la piscina? Eso si decido que necesitas una…

Si miramos más allá de los objetos, llegamos a las situaciones, a los momentos que crean a los individuos, cada espacio debe responder exclusivamente a la necesidad de éste. No se trata de pensar en una cocina, si no en las cosas que van a ocurrir dentro de ella, hasta que todas esas experiencias se conecten y den lugar a una forma que sólo te sirva a ti. 

El zapato de la cenicienta no le venía a sus hermanastras, y Blancanieves no cabía bien por esa puerta diminuta, la casa de María Langarita no encajará con ningún otro usuario, ya que estará pensada únicamente para su persona, partiendo de sus situaciones más banales, hasta lo más extremo de su interior.

Un ventana indiscreta, una ventana que te conecte con el mundo y al mismo tiempo al mundo contigo. Un lugar que te permita oler dos sitios a la vez y al mismo tiempo disfrutar de ese café solitario mientras te pones en contacto con el mundo que te rodea, sin olvidar que a lo mejor mañana decides salir de Madrid, y esa casa, TU casa, llevártela al otro extremo del mundo.

I.B

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